lunes, enero 07, 2013

El tema sanitario en Castilla y León


Más grave todavía es el tema sanitario, sobre todo para las ganaderías ubicadas en Castilla y León, donde la Junta está acabando con las ilusiones de muchos ganaderos, damnificados por exigencias desorbitadas que no se aplican con semejante rigor en ninguna otra comunidad. ¿Están más infectadas las vacadas de esta zona de Salamanca que las de Sevilla, Badajoz o Cádiz? Debemos pensarlo, si pretendemos seguir confiando en la pertinencia de la administración autonómica encargada de velar sobre ellas, y cuyo principal logro hasta la fecha ha sido lograr que Salamanca retroceda al tercer puesto en el escalafón de las provincias productoras de bovinos, cuando, durante décadas, ha ocupado el primero. Le han adelantado Cáceres y Badajoz, provincias donde, curiosamente, no se aplica el funesto Gamma Interferón. Será que en Castilla y León, las leyes europeas se aplican de forma distinta y, además, no se contempla la necesidad de proteger la biodiversidad… 
 Sin embargo, según unos informes recientes de la Agencia de la Alimentación de Naciones Unidas, conservar la biodiversidad de animales útiles resulta clave para el futuro. Esto explica los esfuerzos realizados en España para salvar diversas especies salvajes como el lince o el oso pardo, pero también de especies domésticas, como la raza asnal majorera, la gallina ibicenca, la jaca navarra, la cabra payoya, la oveja xisqueta o el cerdo gochu asturcelta, para las cuales la Federación de Razas Autóctonas Españolas desarrolla programas de preservación. El caso que más llama la atención es el que le ha permitido a la vaca Cachena, oriunda de Portugal y del sur de Galicia, evitar una desaparición segura, cuando, en 1961, sólo quedaban nueve ejemplares en España. De haberlos sometidos a la represión sanitaria habitual en Castilla y León, la especie se habría extinguido. En Galicia, sin embargo, supieron ver un patrimonio único digno de ser protegido, y hoy en día existen 2.500 ejemplares alrededor de Olelas y Orense, todos inscritos en el libro genealógico abierto en 1990. O sea, el óctuple de cabezas si las comparamos con toda la población de vacas madres de Encinas repatriadas en la Unión de Criadores de Toros Bravos. Lo curioso es que la vaca Cachera, tan rústica como la brava, también se cría de forma extensiva, lo que la expone al mismo peligro de contagios, pues vive en contacto permanente con especies salvajes afectadas por enfermedades endémicas. Si se le practicara el Gamma Interferón, su erradicación estaría asegurada. Pero Galicia no es Castilla y León. Y si me apuran, la Federación de Razas Autóctonas Españolas no es la Unión. De hecho, a pesar de haber ingresado en ella comprando un hierro a los hermanos Peralta, Miguel Reta, el único ganadero de casta Navarra que pretende recuperar esta sangre por todo lo alto con el fin de lidiarla, ha buscado otras vías para asegurar su preservación e inscribirla en el programa europeo de biodiversidad con la ayuda del Gobierno de Navarra, el cual es consciente de que esta raza es una joya autóctona que debe preservar. ¿No merecen el mismo esfuerzo la media docena de encastes charros o andaluces en vía de extinción?
Tierras Taurinas (Opus 18 dedicado al encaste Encinas). Aquí el artículo completo 

1 comentario:

  1. Gil de O.

    No le busquemos al gato más pies de los que tiene.
    Irremediablemente el abandono sanitario en toda la cabaña nacional(EN TODA) nos ha traído a la situación actual.

    Si usted no cuida sanitariamente su explotación, no es digno de ser ganadero. Ésto para los de bravo, manso, ovino, apícola, piscícola etc, etc.
    Ya se ven, aunque no con la frecuencia deseada, veterinarios cuyo objetivos no son exclusivamente los de ganar una plaza en la oficialía, sino dedicados a la Sanidad Animal de lleno, que sería lo suyo.

    Menos protagonismo en la Corrida también sería prudente, pues en muchos casos solo sirven de tapadera a presidentes y alcaldes irresponsables y demasiado presumidos.

    Saludos de Gil de O.

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