miércoles, junio 01, 2016

Saltillo/Moreno de Silva


Este es el nombre de la ganadería que ha conseguido mantener la atención del público de las Ventas cada segundo que uno de sus toros estaba en la arena.
Seis toros seis de los saltillos de antes, con trapío y presencia irreprochables, guapos pero con un carácter intratable, especialmente el segundo, tercero y cuarto que eran mansos pregonaos, el cuarto condenado a banderillas negras, lo que no se había visto en esta plaza desde hace nueve años.
Ya casi no nos acordábamos, como decíamos ayer, de estos toros que desmontan a los picadores, siembran el pánico entre las cuadrillas durante el tercio de banderillas y se comen a sus lidiadores buscándoles los tobillos o echando la cara arriba, que esperan mientras miden a sus oponentes con calculado conocimiento y se enteran de todo lo que pasa en el ruedo, desarrollan instinto durante toda la lidia y vienen del campo con un master en tauromaquia.
Impresionaba ver cómo esperaba el tercero a cualquier cosa que se moviera, asustaba al miedo, e impresionante la pulcritud, la maestría y la elegancia con que le ha puesto banderillas David Adalid, un auténtico maestro en este dificilísimo arte. Ha repetido en el sexto y ha vuelto a sorprender con otros dos pares magníficos, sobre todo el segundo: cita David al toro y se deja ver, inicia la carrera justo para clavar en la cara del toro y en todo lo alto asomándose al balcón y sale andando del encuentro con una tranquilidad que hasta parece fácil lo inverosímil. Torería, valentía y profesionalidad se funden en este torero de plata que ha perfeccionado su quehacer hasta alcanzar las más altas cotas posibles. Sus cuatro pares de hoy justifican toda una tarde en las Ventas.
César Puerto ha destacado recibiendo al quinto toro con unos muy calibrados capotazos de sometimiento, domeñando su difícil embestida en sustitución de su matador Alberto Aguilar que se ha inhibido de ese trance.
Ha picado muy correctamente Juan Carlos Sánchez a este quinto toro, pero no así el resto de los picadores que han sido incapaces de superar las dificultades de sus oponentes y han menudeado los navajazos caídos o traseros, muy protestados.
Sánchez Vara, el torero más experimentado de la terna de hoy, ha quitado de en medio a sus dos oponentes con facilidad, el cuarto toro que le ha correspondido era el más intratable de todos. Alberto Aguilar con mayor  dificultad también ha eliminado a sus dos oponentes con dignidad y José Carlos Venegas con mucho valor y poco oficio lo ha pasado muy mal ante enemigos tan enterados, en el tercero ha oído el tercer aviso y se ha devuelto al corral. El toro estaba ya muy herido pero no ha dado tiempo a descabellarlo, el Presidente: D. José María Gómez Martín podía haber sido generoso ante una situación tan extrema y prolongado un par de minutos más el tiempo para el tercer aviso, nadie se lo hubiera recriminado, seguro. En estos casos parece elemental tener empatía con el torero, un chaval joven que pelea por labrarse un futuro sembrado de obstáculos entre el que no eran menores los toros de hoy. En el sexto se ha quitado la espina y ha dado algunos pases con pundonor y entrega, como corresponde.
Nuestro más sincero agradecimiento y nuestro absoluto respeto a los toreros, subalternos y picadores que esta tarde se han enfrentado a la dura corrida de Saltillo demostrado un valor y un pundonor irreprochables, unos han sabido resolver la papeleta mejor que otros, pero todos y cada uno de ellos merecen todos los honores por su valiente entrega. Gracias a todos.

Jandro

martes, 31 de mayo de 2016
Fotos: Andrew Moore


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